viernes, 27 de noviembre de 2020

Fotografiando las nubes

 







Horquillas de Configuraciones:

  • 69mm ƒ/7.1 1/1250s ISO 100
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  • 42mm ƒ/5.6 1/2000s ISO 320
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  • 4.3mm ƒ/8 1/140s ISO 64
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  • 16.1mm ƒ/2.8 1/80s ISO 100
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Arco Iris 
5mm ƒ/3.3 1/50s ISO 250

Parametros en fotografias de nubes

  • Contraste
  • Haces de Luz
  • Efectos 
  • Superposición
El cielo tiene la virtud de ser cambiante según la atmósfera, puede estar lleno de colores llamativos o favorecedores para nuestro encuadre general, los elementos que enriquecen nuestras planos son definitivamente las nubes, ellas siempre están ahí, precisamente cisamente por esto debemos aprender a capturar las nubes en fotografía.

Rango dinámico
(o Gama Dinámica). Es la capacidad de captar el detalle en las luces y en las sombras dentro una misma imagen. Es decir, nuestro objetivo ideal es conseguir negros y blancos casi puros con gran cantidad de valores intermedios.
Cuando hablamos de rango dinámico, hablamos de la capacidad de captar las diferentes luces y sombras con detalle de una escena, ¿verdad? Esta diferencia solemos expresarla en pasos de diafragma. Cuantos más pasos de diafragma de diferencia sea capaz de expresar correctamente nuestra cámara, mejor rango dinámico tendrá ésta. Es decir, una cámara que tenga un rango dinámico de 8 pasos de diafragma, será más capaz de captar la realidad lumínica de la escena que una que tan solo tenga 5 pasos de diafragma.

Y mientras nuestras cámaras están trabajando, por ejemplo, con de 5-8 pasos de diafragma, nuestro ojo es capaz de procesar escenas con más de 15 pasos de diafragma de diferencia. Casi nada, ¿no?, por eso siempre, siempre, hay que asumir que en escenas con mucha diferencia entre luces y sombras (muy contrastadas) nuestra cámara va a ser incapaz de retratar aquello que nuestros ojos ven.
El histograma tu gran aliado
Ya hablamos en su día de las bondades del histograma, de cómo puede ayudarte a ver si tu imagen está bien expuesta o no, pero no sólo eso, también puede ayudarte a ver si tu imagen tiene un rango dinámico rico o pobre, y por lo tanto, puede ayudarte a trabajar in situ para mejorarlo.


Aumentar el Rango dinámico

Filtros

Al hacer la foto el cielo tiene demasiada luz en comparación con el suelo y resulta que nos queda quemado, o la tierra demasiado oscura. Ahora ya sabemos que eso es culpa del limitado rango dinámico de nuestras cámaras. Con ayuda de un filtro degradado de densidad neutra, podemos ayudar a compensar las dos exposiciones reduciendo así la diferencia entre luces y sombras, y ayudando a ampliar el rango dinámico de la escena por no tener que escoger entre luces o sombras.

Utiliza un filtro degradado para compensar la exposición y aumentar el rango dinámico

Bracketing

Hay diferentes tipos de Bracketing (u horquillado), aunque en este caso nos centraremos en el de exposición. El Bracketing de exposición consiste en tomar varias imágenes idénticas en encuadre, variando únicamente la exposición en cada una de ellas. Normalmente se realizan tres imágenes, una expuesta para las luces, otra para las sombras y otra con los valores «correctos» que nos proporciona la cámara. Una vez tenemos las imágenes con los diferentes valores de exposición, podemos unirlas mediante Photoshop o algún otro programa de edición para que toda la información se solape una encima de la otra, regalándonos detalle en todas las zonas de la imagen. 

Post edición archivo RAW

Con nuestro archivo en «crudo» y la cantidad de información sobre luces y sombras que contiene, recuperar luces es sencillo y suele dar buenos resultados siempre que partamos de una buena imagen. Trabajar los ajustes básicos como sombras, altas luces, negros, blancos e incluso contraste, te permitirá ampliar el rango dinámico de tu imagen de forma satisfactoria.

Si dudas entre exponer para las sombras o las luces, hazlo para las sombras, estas son más difíciles de recuperar que las luces, porque al hacerlo generan mucho ruido. Es lo que llamamos derechear el histograma, o lo que es lo mismo, que la imagen tienda más hacia las altas luces que hacia las sombras, para que finalmente podamos recuperar la imagen con menos pérdida de calidad que en el caso contrario.

Para representar de forma fiel aquello que nos rodea, para que una imagen sea capaz de transportarnos a la escena que existió en el momento de realizar la toma, cuanto más nos acerquemos al modelo original, más será capaz el espectador de nuestras imágenes de adentrarse en ese momento. Es por ello que nunca recomendamos abusar de retoques o HDR, demasiados retoques dan sensación de irrealidad y nos distancian del instante que queríamos representar a través de nuestra imagen.

Efecto con las nubes en fotografía

Para enaltecer a las nubes en fotografía, se pueden utilizar muchísimas herramientas: desde herramientas de composición hasta parámetros específicos en la cámara para resaltar sus mejores sombras, reflejos y colores. Sin embargo, hoy vamos a intentar realizar un método infalible para lograr resaltarlas en los cielos de nuestros próximos encuadres con los siguientes equipos y accesorios fotográficos.

Trípode. Utilizar un trípode será la mejor opción para resaltar las nubes en fotografía, ya que nos permitirá utilizar parámetros que así lo requieran. Como por ejemplo, la velocidad de obturación la cual nos permitirá controlar el tiempo que permanece el obturador abierto y por ende, la cantidad de luz que entra por el objetivo.

Un objetivo con focal angular (opcional). Podemos usar cualquier tipo de objetivo dependiendo de cuál sea la imagen que tengamos en mente. Utilizar un teleobjetivo o una focal muy larga en nuestro lente zoom no es muy recomendado, ya que por lo general no se realizan encuadres con una nube de protagonista. Precisamente porque parecería un poco…innecesario.

En todo caso, puedes utilizar mejor un lente que te permita tener un amplio ángulo de visión. De esa manera aprovechas el cielo y puedes incluso involucrar en el encuadre una gran proporción del mismo.

Filtro de densidad neutra. El filtro de densidad neutra, como bien recuerdas, es un tipo de filtro que más allá de proteger el cristal de nuestro lente, tiene la función de unas gafas para el sol. Nos permitirá colocárselo a nuestro objetivo y evitar la sobreexposición la cual en este caso es el último elemento que quisiéramos tener presente en este tipo de fotografía. Se encarga básicamente de bloquear la entrada del exceso de luz al objetivo.

Filtro graduado (opcional). Para efectos interesantes de las nubes en fotografía, podríamos hacer una mezcla de filtros para el lente. Con un filtro graduado, podríamos evitarnos completamente la sobreexposición de la imagen y además, podríamos lograr un degradé llamativo en el cielo. No obstante, si vamos a empezar a mezclar filtros, asegúrate de dominar primero los parámetros fotográficos básicos: no solo te evitarás malentendidos, sino que ahorrarás mucho tiempo en las sesiones.

Disparador remoto. Ya que vamos a utilizar una velocidad de obturación más lenta de lo normal, presionar el obturador manualmente podría traer como consecuencia alguna trepidación en la fotografía. Por ello, es recomendable que se utilice un disparador remoto: nos evitará el contacto directo con el equipo y los movimientos bruscos para con el mismo.

En todo caso, si no disponemos de un disparador remoto, podemos utilizar el temporizador de la cámara. Asegúrate de configurarlo de manera adecuada para que no salgas en la fotografía o no muevas al equipo en plena captura..

Porta-filtros (si es necesario). El porta-filtros lógicamente vendrá siendo necesario solo si nuestro filtro de densidad neutra viene en cuadrado, ya que en esta forma no podemos enroscarlo en el lente.

Capturar las nubes en fotografía

Compón la imagen. Lo más importante de una fotografía de paisajes es definitivamente su composición. Ya que vamos a suponer que utilizarás las nubes como un elemento compositivo importante o como el protagonista de una proporción de imagen más amplia, entonces te recomendaremos componer la imagen con base en esa necesidad. Si realmente queremos convertir al cielo en un elemento imponente, entonces nos conviene involucrar al cielo de forma importante.

Digamos que el horizonte de la imagen no debe estar en el centro del rectángulo, sino que más bien debería estar por debajo del margen central. De esta forma, veremos más cielo que tierra y veremos una actuación más importante de las nubes en fotografía, incluso si las mismas no son las protagonistas. Podemos incluso tomar otros centros de interés ubicados en la tierra, haciendo que nuestras nubes jueguen el papel de reforzadores.

Otro aspecto que influye al momento de componer nubes en fotografía es la dirección que estas toman. Cuando tenemos un lente gran angular, lógicamente es un poco más fácil hacernos con más posibilidades de líneas compositivas. Generalmente, gracias a la distorsión del objetivo, se logra una perspectiva congruente en la que las nubes se dirigen hacia los bordes de la foto. Todo depende de la hora del día, de las condiciones del cielo y demás.

Colocar el filtro es el segundo paso. Una vez que tenemos una composición en mente y una vez que hemos elegido el ángulo adecuado, vamos a colocar el filtro en el objetivo para empezar a configurar los parámetros técnicos. A partir de conocer el efecto del filtro en nuestro lente, entenderemos cómo vamos a modificar la exposición de nuestra imagen.

Determina el movimiento de las nubes. Bien, no es que vamos a controlar la velocidad con la que las nubes se mueven, sino que más bien jugaremos con nuestros parámetros técnicos para congelarlas o para generar largos rastros blancos o grises en el cielo de nuestra imagen. Por supuesto, las velocidades de obturación irán variando de acuerdo a nuestro punto de partido y de acuerdo a nuestras ideas para componer.

lógicamente necesitaremos una velocidad de obturación más corta. Teniendo en cuenta que vamos a utilizar filtros oscuros para capturar las nubes en fotografía, es necesario recordar los parámetros que nos sirven para controlar la exposición: la sensibilidad ISO, la velocidad de obturación y la apertura. Para tener mejores resultados, recuerda utilizar una de las dos restantes. Ese es precisamente nuestro próximo punto.

Mantén una apertura congruente. Una de las razones por las cuales a veces desistimos de capturar nubes en fotografía es que si utilizamos alguno de los filtros oscuros o los degradados, las imágenes pueden salir precisamente más oscuras de lo normal y nos frustramos, sin saber, que podemos modificar la apertura a la máxima que podamos para obtener resultados mucho mejores.

Como te dije en párrafos anteriores, la apertura será un parámetro esencial en este tipo de imágenes. Si bien estamos contrarrestando la luz entrante al objetivo, tampoco queremos dejar la imagen a oscuras. Por eso es importante comprender el papel de la apertura del diafragma en nuestros encuadres.

La sensibilidad ISO siempre en el mínimo nivel. La sensibilidad ISO es la encargada de permitir la captación de luz por parte del sensor, es decir, es un parámetro que depende de la cámara. En este sentido, cada cámara es diferente y tienen sensibilidades mínimas que varían desde los 100 hasta los 300. El punto es que cuando queramos captar las nubes en fotografía o cualquier otro tipo de imagen que resulte completamente nítida, evitemos utilizar niveles de sensibilidad ISO elevados.

Recuerda que el ruido digital es un efecto que puede resultar sumamente desagradable cuando se quiere evitar y particularmente, pareciese que en las fotografías de paisaje, este granulado genera una apariencia nada favorecedora. Las nubes en fotografía son elementos que si bien no necesitan estar nítidas, pueden verse como trazos pero sin ningún tipo de ruido.

Usa el enfoque manual. Puedes utilizar el enfoque automático, pero lo que te generará resultados óptimos será el enfoque manual. Si vas a incluir a un elemento protagonista, digamos un árbol, entonces realizamos el enfoque sobre él. En términos ideales, toda nuestra fotografía debería estar nítida, tratándose de una fotografía de paisaje o al menos de una que involucra una gran proporción de la escena.

Con los grandes angulares, ya que no son muy luminosos, será un poco más sencillo lograr el enfoque correcto de la escena. Recuerda que mientras menos apertura utilicemos, más nítida saldrá la imagen. En caso de que queramos realizar este tipo de fotografías con profundidad de campo superficial o mejor dicho, con desenfoque selectivo, sí podemos usar la máxima capacidad de apertura de nuestro lente.

Utiliza elementos terrenales para darle más fuerza. Las nubes en fotografía pueden lograr una apariencia extraordinaria, sobre todo porque en sí son bastante llamativas. No obstante, al hacer una fotografía de solo las nubes, nos vamos a dar cuenta de que es mucho más rico incluir otros elementos compositivos…y qué mejores protagonistas que lo que tenemos en tierra.


Si bien puedes optar por incluir pájaros o aviones en tu captura, esto deberás hacerlo en una velocidad de obturación bastante rápida de manera que captures a estos elementos en pleno vuelo. Pero hay muchos protagonistas que puedes encontrar en la tierra: árboles, flores, praderas, animales e incluso otros objetos inanimados como casas, edificios y estructuras en general.

Velocidad lenta y velocidad rápida. La verdad es que no hay precisamente una clave o método específico para fotografiar nubes en fotografía: como en todas las modalidades, existen infinitas formas de desafiar cada una de las técnicas fotográficas que hasta ahora se han inventado. Y uno de los parámetros que puede ayudarnos a experimentar es la velocidad de obturación.

La velocidad de obturación lenta nos permite capturar más luz en el lente, y también nos ayuda a formar trazos. Mientras más tiempo permanezca el obturador, los objetos en movimiento se verán más desplazados, es decir, su trazo será más largo. Por lo que si quieres lograr este tipo de efectos, asegúrate de que la velocidad sea lenta y de que tengas suficiente estabilidad para no provocar efectos de trepidación.



Por otro lado, la velocidad rápida nos permite congelar el movimiento. Y sí, aunque las nubes se mueven bastante lento, es posible que nos salgan en movimiento aun cuando queremos lograr lo contrario. El caso es que nuestro equipo debe ser configurado para lograr que el obturador se cierre rápidamente. Recuerda que cuando utilizamos velocidades rápidas, la exposición deberá ser compensada de otras formas: ya sea externamente (con flash o luz natural) o internamente (apertura y sensibilidad ISO).

El balance de blancos es importante. Ya que vamos a trabajar con el cielo e iluminación natural (al menos en gran proporción) debemos cuidar lo que se llama la “temperatura” de la fotografía o el balance de blancos. El balance de blancos determinará los colores predominantes en la imagen por lo que es de suma importancia cuidarlos. Te recomiendo que no selecciones el balance de blancos automático sino que más bien tú elijas la tonalidad de la imagen. Puedes poner la opción nubes o bien calcularlo manualmente con una cartulina blanca.


En adición, te recuerdo que aunque es cierto que debes cuidar los colores, en programas de post-edición es posible modificar estos tonos. Eso sí: siempre y cuando sea posible para el ordenador, el software se encargará de modificar (según tu elección) los colores. No obstante, ten en cuenta de que si hay algún color muy quemado por una mala calidad fotográfica, entonces posiblemente habrá situaciones en donde el post-editado no será tan útil.

Conclusión

Las nubes son elementos compositivos muy hermosos y muy accesibles, ya que podemos encontrarlas en la mayoría de las horas del día y vienen de diferentes formas, tamaños y números según nuestra locación: pero casi siempre están. La ciencia en este caso es saber componer la imagen, saber qué elementos van dentro de ese encuadre, determinar el ángulo fotográfico y precisamente usar los parámetros técnicos a nuestro favor.

Una vez que dominamos la velocidad de obturación de nuestro equipo, podemos hacer lo que deseemos con las nubes: convertirlas en trazos o plasmarlas claramente en el cielo. Adicionalmente, las velocidades nos permitirán regular la luz a nuestra merced. Recuerda que al dejar el obturador abierto más tiempo, entrará más luz y necesitaremos un poco menos de la apertura y de la sensibilidad ISO para iluminar de forma adecuada nuestra escena. Y si el obturador permanece abierto por poco tiempo, sí necesitaremos recurrir probablemente a estos parámetros. Sobre todo porque estaremos usando un filtro de densidad neutra que generará resultados más oscuros de lo normal.

Recuerda que capturar nubes en fotografía no significa sólo tomarle una foto al cielo,  involucra elementos a tu alrededor para hacer la fotografía aún más interesante. Y si un encuadre no te resulta, muévete por tu alrededor para tratar de incluir o excluir a otros elementos compositivos. Incluso puede haber un protagonista que no sea el cielo y sus nubes.


DMC-FZ300 Tripode 108mm ƒ/8.0 4s ISO 100 Nikon Coolpix P6000 24mm ƒ/5.9 1/350s ISO 88 Nikon D5300 Nikon AF-S DX Nikkor 18-140mm f/3.5-5.6G ED VR 60mm ƒ/13 1/100s ISO 100 Panasonic Lumix DMC-FZ300 N/A 36.1mm ƒ/8 1/200s Fujifilm FinePix S4500 13.25mm ƒ/12 1/150s ISO 64

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